martes, 2 de abril de 2019

Taller de haikus

El haiku1​ (俳句?) o haikú1​ es un tipo de poesía japonesa. Consiste en un poema breve de diecisiete sílabas, escrito en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente.
La poética del haiku generalmente se basa en el asombro y la emoción (哀れ [aware]) que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza.4​ Siguiendo el régimen tradicional japonés, la composición suele contener alguna referencia directa o indirecta a la estación del año, mediante el uso de un kigo (季語) o palabra que evoca las estaciones. Los saijiki (歳時記) son listas extensas de palabras kigo en japonés, que el poeta puede utilizar. Originalmente la esencia del haiku es «cortar» (切る [kiru]) mediante la conexión de dos ideas o imágenes separadas por un kireji (pronunciado en español kireyi) (切れ字), que es el término «cortante» o separador.
El haiku describe generalmente los fenómenos naturales, el cambio de las estaciones y la vida cotidiana de la gente. Su estilo se caracteriza por la naturalidad, la sencillez (no el simplismo), la sutileza, la austeridad, la aparente asimetría que sugiere la libertad y con esta la eternidad.
En la base del haiku hay una percepción directa de las cosas, apegada a lo sensible y libre de conceptos abstractos. Blyth lo define como «una mera nada, pero inolvidablemente significativa».1415
La piedra angular del haiku es el aware, una emoción profunda provocada por la percepción de la naturaleza. A menudo se trata de una emoción melancólica (el poeta, contagiado por el sufrimiento de los seres, siente su tristeza y de ahí nace su poesía), pero también la alegría exultante puede ser aware. Se trata de una conmoción espiritual, que es a la vez estética y sentimental.
Para que el aware sobreviva a través de las palabras, es preciso que el haijin (el poeta que escribe haiku) se elimine del proceso, se extinga. En el haiku genuino se produce una comunicación análoga a la no verbal (el haragei, arte de comunicarse sin palabras), sin confusión ni ruido.
El haiku, tal como se consolidó tras Bashô y Onitsura (siglo XVII), se concibe como un instrumento para el desarrollo espiritual, un camino de aprendizaje. Tras ellos, hay un antes y un después en el mundo del haiku.1617



Noche sin luna.
La tempestad estruja
             los viejos cedros.

            Matsuo Basho (1644-1694):


 Pasó el ayer,
pasó también el hoy;
se va la primavera.


Yosa Buson

Para escribir un haiku, puedes empezar con una lluvia de ideas y luego redactar el poema con detalles fuertes e imágenes detalladas. Por último, asegúrate de perfeccionar el haiku y escuchar cómo suena en voz alta para que quede de lo mejor.
Sal a caminar en la naturaleza. Muchos haikus están inspirados en objetos naturales, como los árboles, las rocas, las montañas y las flores. Para tener algunas ideas para escribir el poema, puedes dar una caminata en un parque cercano o ir de excursión a un bosque. Ve a un sendero montañoso o visita una extensión de agua como un río, un lago o una playa. Pasa un tiempo en la naturaleza y obsérvala para poder tener algunas ideas para incluir en el poema.[1]
  • Si no puedes salir para dar un paseo en un área con naturaleza, puedes ver algunas fotos y obras de arte en los libros o en Internet. Busca una escena natural específica o un objeto que te sirva de inspiración, como un árbol o una flor.
2 Céntrate en una estación o en un suceso de la temporada. Los haikus también pueden relacionarse con una estación, como el otoño, la primavera, el invierno o el verano. Asimismo, puedes enfocarte en un suceso natural que acontece en cierta época del año, como la floración de los cerezos en tu vecindario o la carrera del salmón en el río que pasa cerca de tu hogar.[2] 
Los haikus relacionados con las estaciones suelen enfocarse en un detalle específico de la época y mencionan el nombre de la estación. Escribir sobre una estación podría ser una forma divertida de describir un detalle específico que te encanta de esa temporada del año.

Elige a una persona o un objeto como tema. No todos los haikus deben hablar sobre la naturaleza o las temporadas. Puedes inspirarte en una persona o en un objeto específico. Quizás quieras escribir un haiku gracioso acerca de tu perro o un haiku reflexivo sobre un juguete de tu infancia.[3]
  • Trata de enfocarte únicamente en una persona o un objeto. Los haikus son poemas cortos y quizás no tengas el espacio suficiente en tres versos para escribir todos tus pensamientos sobre la persona o el objeto.
Lee algunos ejemplos de haikus. Para tener una mejor idea de este género, lee algunos haikus reconocidos y considerados buenos ejemplos. Puedes encontrar muchos ejemplos en los libros o en Internet. Lee algunos haikus que hablen sobre la naturaleza y otros temas. Puedes leer los siguientes:[4]
  • haikus del poeta japonés Matsuo Basho
  • haikus del poeta japonés Yosa Buson
  • haikus de la poetisa japonesa Tagami Kikusha[5]
  • haikus del poeta estadounidense Richard Wright
Enfócate en un evento de tu pasado o en algo que te resulte problemático. Procura hallar una similitud con la naturaleza o una metáfora que exprese tus sentimientos de manera breve. Este podría ser un ejemplo:
  • ¡Bum, bum, bam, bam!
  • Mi cabeza es un campo de batalla.
  • Con una infinidad de explosiones.

Escribir el haiku

1
Sigue la estructura de los versos y las sílabas de un haiku. Los haikus tienen una estructura estricta: tres versos, con 5, 7 y 5 sílabas. Esto significa que el primer verso debe tener cinco sílabas; el segundo, siete sílabas; y el último, cinco sílabas.[6]
  • En total, el poema tendrá diecisiete sílabas. Para contar las sílabas de una palabra, ponte la mano debajo de la barbilla. Luego, pronuncia la palabra. Cada vez que la barbilla toque la mano, deberás contar una sílaba.
  • No es necesario que un haiku rime o lleve un ritmo específico, siempre y cuando cumpla con el conteo de las sílabas.
2 Describe el tema con detalles sensoriales. Los haikus intentan darle al lector una sensación breve del tema con el uso de los sentidos. Piensa en el olor, la sensación, el sonido, el sabor y el aspecto del tema. Descríbelo empleando los sentidos para darle vida y poder en la página.[7]
  • Por ejemplo, podrías escribir sobre el “olor a almizcle de las agujas de pino” o sobre el “sabor amargo del aire matutino”.
  • Si el haiku se trata sobre alguien específico, como tu perro, puedes describir el “repiqueteo de sus garras en las baldosas” o el “pelaje húmedo del perro mojado”.
Usa descripciones e imágenes concretas. Evita las descripciones confusas o abstractas. En su lugar, busca imágenes concretas que el lector pueda visualizar con facilidad. En lugar de usar metáforas o símiles, describe el tema con detalles específicos y únicos.[8]
  • Evita las descripciones largas o el lenguaje muy elaborado. Usa un vocabulario sencillo para poder cumplir con el conteo de sílabas que debe tener un haiku.
  • No uses clichés ni frases tan trilladas que han perdido su significado. En cambio, busca imágenes y descripciones que se sientan únicas.
  • Por ejemplo, podrías escribir “Las hojas del otoño rozan el suelo” o “El perro sigue a un ave azul fuerte”.
Escribe el poema en presente. Dale inmediatez al haiku con el tiempo presente, en lugar del pasado. Además, el presente hará que los versos sean sencillos y fáciles de entender.[9]
Termina con un verso que sorprenda. El último verso de un buen haiku será intrigante y dejará al lector con una imagen final sorprendente o reflexionará sobre los dos versos anteriores de una forma asombrosa.[10]
  • Por ejemplo, el haiku del poeta japonés Kobayashi Issa tiene un último verso sorprendente: “Vuelvo a mi pueblo:/ lo que me sale al paso/ se vuelve zarza”.[11]

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